Instrumento quirúrgico que se utiliza para producir láminas delgadas de piel de un área donante, para usarlas en la realización de injertos de piel. Una de sus principales aplicaciones es la reconstitución de zonas cutáneas dañadas por quemaduras o traumatismos de grado 3.
El Mallador para Injertos esta diseñado específicamente para la expansión eficiente de injertos cutáneos. Su exclusivo mecanismo opera mediante "pellizcos" en lugar de cortes, lo que permite crear un patrón uniforme en el injerto mientras preserva su integridad estructural.
El funcionamiento del mallador es intuitivo y se logra fácilmente mediante el movimiento de la palanca hacia adelante y hacia atrás. Un mecanismo interno transforma este movimiento de bombeo en una rotación unidireccional, permitiendo una malla precisa de la piel.
Este instrumento es capaz de expandir injertos de hasta 11.5 cm de ancho y de cualquier longitud, lo que lo convierte en una herramienta versátil y eficaz en procedimientos quirúrgicos.
El sistema de hidrocirugía permite a los cirujanos sujetar, cortar y extirpar el tejido dañado y cualquier partícula extraña de forma muy precisa evitando los traumas asociados y pérdidas de tejido viable, necesario para la regeneración, a las otras modalidades quirúrgicas. Se puede desbridar en un solo paso y con un solo instrumento.
MEEK es una técnica única de microinjerto que ofrece una tasa de expansión más eficaz (desde 1:2 a 1:9) de un injerto de piel dividida que otras técnicas de injerto mallado. Los resultados clínicos en grandes quemados son excelentes, incluso en zonas problemáticas y en lechos de heridas cualitativamente inferiores.
El sistema de terapia de presión negativa para heridas, promueve la curación de las heridas mediante la aplicación de presión negativa, de manera que el uso de niveles controlados de presión subatmosférica y succión controlada, acelera la resolución de las mismas favoreciendo la vascularización y el desbridamiento.